Con el anuncio de Metroid Dread para Nintendo Switch recién salido del horno, nos adentramos en la historia tras este esperado título.
Albert Einstein sostenía que los recuerdos más engañosos son los que están coloreados con los momentos del presente. Es posible que por ello, tras retumbar las palabras Metroid Dread en mi cabeza, dichos recuerdos evocarán algo mucho más profundo que un Metroid 5 a secas. Y es que nos encontramos no solo ante la primera entrega 2D de la saga principal en 19 años, sino también ante un título que esconde, al menos en su proyecto original, una interesante historia que hemos tenido a bien compartir con todos vosotros.
Para comenzar esta historia, tenemos que retrotraernos en el tiempo y remontarnos, más concretamente, al año 2004. Metroid Fusion (GBA) llevaba un par de años en el mercado y Metroid: Zero Mission (GBA) estaba recién salido del horno. Un horno en el que comenzaban a avivarse los rumores de una nueva entrega que, a modo de continuación, serviría de secuela de la fascinante narrativa ofrecida por Metroid Fusion.
Tirando de cronología, el proyecto nos situaba tras los acontecimientos de Other M y Fusion. Samus infectada con el Parásito X y la federación viéndose obligada, para salvarla, a inyectarle ADN del principal depredador de dicho parásito, los metroides. Fruto de todo este cóctel futurista nuestra cazarrecompensas favorita quedó equipada, en una suerte de mezcla compuesta por los restos de su anterior traje y materia orgánica, con el traje que todos conoceríamos, precisamente, como Fusion. Un Robocop de toda la vida, ¿verdad?
La primera ocasión en la que Metroid Dread sonó como algo más que un rumor fue allá por el año 2005. Apuntando a un proyecto en desarrollo para la extinta Nintendo DS. Todo quedó en el olvido hasta 2007. Momento en el que un mensaje encontrado en Metroid Prime 3: Corruption parecía hacer referencia a dicho título. Algo que, poco después, Retro Studios rechazó sin paliativos.
Y tuvo que llegar, precisamente, otro E3 (2009) para que se mostrara la prensa una nueva versión, bastante cercana a Fusion y que había eliminado de su título la coletilla Dread. Por desgracia, y una vez más, el proyecto volvió a sumirse en el olvido. Nunca se supieron los motivos reales de la cancelación puesta en stand-by, aunque muchos apuntan a que Yoshio Sakamoto, director de la saga, no estaba conforme ni con el resultado ni con las limitaciones de Nintendo DS.
¿Qué cambio en todos estos años para que, finalmente, Metroid Dread, se haya podido materializar. Pues un punto de inflexión con nombre propio, Metroid: Samus Returns. Y es que Sakamoto quedó maravillado con el trabajo realizado por los españoles de Mercury Steam en dicho juego. Abriendo de esta forma las puertas a un proyecto que llevaba ya demasiados años paralizado y que, como el anterior citado, se ha desarrollado en España.
Es cierto que aún contamos con demasiadas preguntas sin responder girando en torno a Metroid Dread. Si tenemos en cuenta su pasado con el Parásito X, ¿serán los E.M.M.I. su única enemigo en esta nueva entrega?, ¿tendrán algo que ver los restos de ADN metroide presentes en Samus? Fuera como fuese, en NintenDúo estaremos expectantes hasta el próximo 8 de octubre, fecha de lanzamiento de esta nueva aventura capitaneada por Mercury Steam.