En nuestro análisis os contamos acerca de Disney Magical World 2: Enchanted Edition, una propuesta ideal para los más pequeños.
Todos pensábamos que Mickey Mouse y sus amigos desembarcarían en Nintendo Switch con la llegada de la serie de Kingdom Hearts. Sin embargo, hay un juego que ha adelantado este acontecimiento: hoy os venimos a hablar en nuestro análisis de Disney Magical World 2: Enchanted Edition. Un juego que, habiendo salido originalmente hace más de cinco años para Nintendo 3DS, ha llegado ahora remasterizado a Nintendo Switch gracias a Bandai Namco.
¿Qué podemos esperar de este título? ¿Resulta divertida su propuesta? Hoy vamos a intentar arrojar luz sobre uno de los juegos más acertados para que los más pequeños de la casa empiecen sus andanzas por el diverso catálogo que ofrece Nintendo Switch a sus consumidores.
Ahora que por la pandemia hay tantas restricciones para viajar, ¿qué mejor que montarte tu propio Disneyland en casa? La premisa de Disney Magical World 2 comienza con que recibimos una carta para irnos a vivir a Villacastillo, un mágico lugar donde habitan tanto personajes originales (como un rey bastante divertido) como el clásico elenco Disney que todos conocemos: Mickey Mouse, el pato Donald, Goofy, Minnie, Daisy y Pluto. Allí, se nos contará que gracias a la bondad de nuestros corazones, podremos llevar a cabo acciones extraordinarias, como viajar a través de seis mundos de Disney (entre los que encontraremos el de Frozen, el de Peter Pan o el de La Sirenita…), explorar tenebrosas mazmorras o abrir nuestra propia cafetería en la ciudad.
En toda regla, estamos ante un simulador de vida (al estilo de Animal Crossing o Story of Seasons) tremendamente simplificado, en el que nuestro avatar será nuestro propio Mii (o un muñequito que se le parezca), al cual podremos personalizar levemente con algunos conjuntos que iremos desbloqueando a lo largo de la aventura.
La principal forma de progresar a lo largo del título es a través de la obtención de pegatinas. Casi todas las ubicaciones del juego estarán bloqueadas en un principio, y las podremos ir desbloqueando al demostrar nuestra valía aumentando nuestra colección de pegatinas. Así, las primeras horas de juego se tratarán de un gran tutorial donde se nos irán presentando todas las características del título poco a poco. Despacito, pero con buena letra.
En rasgos generales, el juego sabe ofrecer una gran variedad de cosas que hacer: una buena variedad de minijuegos a nuestro alcance, la posibilidad de regentar una cafetería o incluso la de, como os contamos antes, visitar mazmorras que nos permitirán enzarzarnos en simples combates contra enemigos. El problema es que el título no se toma las molestias de profundizar en nada de lo que propone, resultando en un título que se siente hueco en el fondo. Algo normal, debido a que, a fin de cuentas, estamos hablando de un juego muy enfocado a los más pequeños de la casa… Eso sí, eso no imposibilita que cualquier fan incondicional de Disney pueda encontrar en él cierto atractivo.
Otro punto que puede llegar a frustrar del título es su repetitividad: para avanzar, muchas veces tendremos que ir a buscar objetos de los que no dispongamos, un proceso algo tedioso. Además, aunque dispongamos de una buena cantidad de cosas que hacer como os dijimos antes, al final, todo acaba sabiendo “a lo mismo”, provocando que nos aburramos del juego al cabo de unas horas de estar jugándolo.
A pesar de todo, sin lugar a dudas se trata de un juego con encanto, que sabe jugar bien sus cartas para provocarnos una buena sensación de progresión. Además, el uso de personajes de Disney está muy bien llevado, y sabe sacar provecho de las distintas franquicias con las que cuenta.
Si hablamos de nuestro análisis del apartado audiovisual de Disney Magical World 2: Enchanted Edition, tampoco podemos decir que la cosa esté muy allá. A fin de cuentas, estamos hablando de un juego lanzado originalmente en Nintendo 3DS que ha sido remasterizado a la alta definición. Por ende, muchas veces se le notarán las costuras como un juego que no aspira a ser de lo más bonito que podamos encontrar en la consola, siendo simplemente pasable. Los modelos de los personajes se encuentran bastante trabajados (aunque sus animaciones podrían estar mejor pulidas). Sin embargo, los escenarios sí que se notan algo más sosos, con unas texturas que podrían estar más actualizadas.
En cuanto a su doblaje, el juego cuenta con voces únicamente en inglés. Aunque sus textos estén localizados al castellano, es una pena que no podamos escuchar a los personajes con sus voces en español, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de un juego tan destinado a ser disfrutado por jugadores de todas las edades que han crecido con las películas con su doblaje en español.
Si hablamos de su rendimiento, no tenemos queja. A fin de cuentas, como os comentamos, no estamos hablando de ningún portento gráfico, si no de un juego que se remonta a una consola portátil de anterior generación. Tampoco podemos decir nada relevante acerca de su dificultad: es un juego fácil hasta decir basta, con ninguna intención de complicarnos la vida. Algo lógico, de nuevo, debido a su naturaleza. Si por algún casual llegamos a perdernos o a no tener idea de qué hacer, el título nos dará diversas herramientas (como pistas, o un tablón de anuncios) para sugerirnos qué pasos dar a continuación. En otras palabras, es tremendamente accesible.
A pesar de todo lo que hemos comentado, en líneas generales, Disney Magical World 2: Enchanted Edition no nos ha disgustado. Al contrario: nos parece un título correcto enfocado a todos los públicos. Un simulador de vida diverso y colorido acompañado de personajes clásicos que todos conocemos. Sin lugar a dudas, un juego que podría ser mejor, pero que cumple con lo que se propone: adentrarnos en el mundo de Disney y ser un perfecto entrante a un género que cualquiera puede disfrutar, ¡a ver con qué nos sorprenden en el futuro!
Si os ha gustado el análisis de Disney Magical World 2: Enchanted Edition para Nintendo Switch, os recordamos que podéis ver el top completo de la consola en La Lista.