Os contamos en el análisis de Imp of the Sun para Nintendo Switch cual ha sido nuestra opinión sobre uno de los indies del momento.
Hay quien sostiene que la capacidad de sorpresa del ser humano es tan beneficiosa como inagotable. Y debe estar en los cierto cuando uno sigue encontrándose, precisamente, sorpresas tan gratas como Imp of the Sun. Ópera prima del estudio peruano Sunwolf Entertainment y una aventura de acción y plataformas 2D que llega a Nintendo Switch dispuesta, gracias a su cuidado apartado artístico, a colarse entre los mejores indies del año. ¿Logrará conseguirlo? No te pierdas nuestro análisis para descubrirlo.
A lo largo de la historia varias han sido las culturas que han tomado al sol como deidad o elemento protector. Resulta lógico pensar que el hombre primitivo, desprovisto de cualquier tipo de ciencia, atribuyera propiedades divinas a lo que no podía explicar. Algo que la cultura inca, una de las más representativas del Perú, supo interiorizar siguiendo dicho patrón teológico. Y es a partir de aquí desde donde se estructura el motor narrativo, y jugable, de Imp of the Sun.
La premisa parece sencilla. Como hijo del sol, nos toca devolver la luz al Imperio, derrotar a los 4 guardianes y acabar con el eclipse con el que la luna está sumiendo al mundo en la oscuridad eterna. No obstante, ser ayudante en prácticas del sol no es moco de pavo. Por suerte, contamos con diversas ayudas para acometer semejante empresa.
Por lo pronto, como ocurre en cualquier metroidvania que se precie, nuestro periplo nos lleva a ir adquiriendo diversas habilidades con las que hacer más llevadero el camino. Y aunque el repertorio, que incluye movimientos típicos como el doble salto, la escalada o el deslizamiento, no es demasiado extenso, sí que aporta un toque extra de profundidad. Algo que tanto visual como jugablemente hablando lo acerca bastante a obras como Ori and the Blind Forest.
Conviene destacar que, más allá de su vertiente metroidvania y plataformera, el título toma elementos de otros géneros. Destacando las mecánicas soulslike (perdemos fragmentos de sol al morir) o unos puzles que, a pesar de su simpleza, son rematadamente divertidos a la par que gratificantes.
Toda la estructura “RPG” de Imp of the Sun se canaliza a través de una serie de NPCs presentes en la aventura. Por un lado, contamos con Qari, una suerte de explorador caído en combate que, más allá de darnos algo de palique, nos permite desplazarnos entre diferentes puntos del mapa (al más puro estilo hogueras de Dark Souls) y subir de nivel nuestras tres habilidades básicas. Véase Fuerza, Vitalidad y Fuego Interior. Habilidad está última que da mucho juego, ya que nos permite desde curarnos hasta aumentar la potencia de ataque o iluminar las zonas más oscuras. Eso sí, dicho fuego solo puede recargarse en determinadas zonas.
También contamos con Izhi, una señora que, a cambio de los artefactos conocidos como quipus, nos relata la historia de nuestra tierra. Para finalizar, contamos con la ayuda de Suyaba, una niña que nos sirve de guía durante el camino y que nos ofrece recompensas a cambio de diversas reliquias reales de las culturas andinas.
En lo relativo a la distribución y diseño de los niveles, la labor del equipo de Sunwolf Entertainment ha sido encomiable. Y es que, como os habréis podido imaginar a estas alturas, el backtracking es parte fundamental de su propuesta.
No se trata, ni muchísimo menos, del mapa más extenso que he recorrido, pero su inteligente diseño ha logrado exprimir al máximo cada uno de sus diferentes localizaciones. Para rematar, la posibilidad de visitar las 4 zonas principales de exploración en el orden que decidamos logra aportar un plus de dinamismo que se agradece sobremanera.
Por desgracia, y aquí comienzan los peros, la curva de dificultad no termina de ajustarse a nuestro progreso. Y es que, mientras los comienzos pueden resultar complicados, el nudo y desenlace acaba siendo un paseo gracias a las nuevas habilidades y a la mejora de nuestras estadísticas. Por suerte, tras completar el juego se habilita el modo eclipse + de mayor dificultad y con varios hándicap.
En lo que compete al rendimiento la sensación resulta agridulce. Y es que aunque los FPS se mantienen más o menos constantes, con alguna bajada puntual cuando hay muchos enemigos en pantalla, no ocurre lo mismo con el apartado sonoro. Y es que las pistas de sonido se entrecortan, como si de un disco totalmente rayado se tratase, con bastante frecuencia. Haciendo que la experiencia final, este es un juego donde priman las sensaciones, se vea realmente resentida. Para rematar, hemos sufrido 5 o 6 cuelgues durante toda la aventura que nos han hecho tener que reiniciar la partida desde el último punto de control. Puntos, por suerte, abundantes.
Imp of the Sun no cuenta con un sistema de combate demasiado intrincado. Es más, todo lo contrario. Contamos con un golpe básico con una serie de combos que vamos desbloqueando. Además de la posibilidad de devolver determinados “proyectiles” y varios ataques especiales cortesía de los guardianes.
A todo lo anterior se suma, y ya lo hemos comentado con anterioridad, las habilidades de nuestro Fuego Interior.
No obstante, a pesar su sencillez las mecánicas logran dar forma a un apartado jugable realmente fluido, intuitivo y, en definitiva, gratificante. Y esto se plasma, más allá de un completo surtido de enemigos con patrones de combate bien diferenciados, en los espectaculares enfrentamientos con los jefes finales. Enfrentamientos que, sin resultar tremendamente desafiantes, hacen que nos hayamos tenido que poner las pilas. Puede que nos encontremos ante un juego donde prime la exploración y los puzles, pero dichos encuentros son, sin ningún atisbo de duda, uno de los pilares de Imp of the Sun.
El título puede ser completado, coleccionables aparte, en 3 o 4 horas. Por suerte, no nos queda la sensación de que su escasa duración sea injusta con la propuesta que se nos presenta, ya que alargarla en exceso también habría supuesto un monótono lastre.
Alcanzamos el clímax de este análisis con el apartado estrella de Imp of the Sun, su diseño artístico y sonoro. Y es que cada elemento, animación, escenario, enemigo o personaje en pantalla aparece plasmado con un mimo total y absoluto. No en vano, hasta el último detalle del juego ha sido elaborado a mano para reflejar con sumo respeto, cariño y belleza el folclore peruano.
Para poner la guinda al pastel, su colorida paleta de colores y una BSO interpretada por una orquesta usando instrumentos pre-incas y coros en Quechua, Asháninka y Aymara logran poner la guinda del pastel a toda una verdadera explosión artística y visual. Eso sí, por poner algún pero, en ocasiones, las animaciones pueden resultar, como si de un juego flash se tratase, algo planas y toscas.
Imp of the Sun es un llamativo título de plataformas, puzles y acción 2D de corte no lineal. Una propuesta cuya sencillez esconde tras de sí una estructura jugable realmente fluida y satisfactoria. Gran cantidad de plataformas, puzles y algunos enfrentamientos memorables se fusionan en perfecta armonía para ofrecernos un juego realmente divertido. En definitiva, una propuesta que toma elementos del género metroidvania y de los soulslike en una aventura tan intensa y emocionante en lo jugable como sorprendente y deliciosa en lo artístico.
Es cierto que, a la espera de una necesaria actualización, diversos problemas técnicos y de rendimiento empañan lo que de otra forma habría sido un producto casi redondo. No obstante, en Sunwolf Entertainment pueden estar orgullosos del resultados obtenido en la que, no nos olvidemos, es su ópera prima.
Si os ha gustado el análisis de Imp of the Sun para Nintendo Switch, os recordamos que podéis ver el top completo de la consola en La Lista.