Análisis de Monster Hunter Rise: Sunbreak para Nintendo Switch, un gran DLC… en todos los sentidos. Para lo bueno y para lo malo.
La lucha contra los monstruos nunca cesa para Capcom. Siguiendo la estrategia que planteó en su momento Monster Hunter World, Monster Hunter Rise recibe un gigantesco contenido descargaba de pago, Sunbreak, que promete casi doblar el contenido del juego para que los cazadores no se queden sin entretenimiento. Ya hemos jugado Monster Hunter Rise: Sunbreak en Nintendo Switch, todo un milagro técnico del cual os contamos nuestra opinión en su análisis.
Los tiempos cambian, y dónde antes teníamos una tercera versión de los clásicos juegos Pokémon, ahora tenemos contenidos descargables de pago más asequibles que pretenden insuflar vida a títulos lanzados con anterioridad. Monster Hunter se unió a esta moda con Monster Hunter World y su gigantesca expansión Iceborne, y Capcom repite la jugada en Rise con Sunbreak.
Tras los acontecimientos sucedidos al final del juego, una nueva amenaza está a la vuelta de la esquina: algunos monstruos están volviéndose violentos, muy probablemente a causa de Malzeno, el dragón anciano que dicen que atrae las catástrofes. Nuestra misión será ir hasta el puesto de avanzada Elgado, justo encima de un tremendo socavón donde, antaño, parece que cayó una especie de meteoro.
Básicamente tendremos que hacer exactamente lo mismo que en Rise: acaban con monstruos en misiones, una tras otra, hasta llegar al final del juego. Lo peor de Sunbreak es que no existe tanto contenido como en el juego principal. Solo hay dos nuevas zonas grandes, con una gran calidad, pero creemos que se ha quedado bastante escueto.
Podríamos decir lo mismo de los monstruos, cuyo número inicial no es muy elevado, pero baja aún más si tenemos en cuenta que, la mayoría de los nuevos, son versiones similares a los ya existentes. No es lo mismo que incluyan a monstruos totalmente nuevos que a uno ya existente de otro color y con algún ataque adicional, aunque tenga su propio set de armaduras y armas.
La historia no es el punto fuerte de Monster Hunter, y Sunbreak no es la excepción.
Monster Hunter Rise es el juego más potente visualmente de Nintendo Switch. Capcom hizo compatible el RE Engine para este juego, y consigue un apartado visual envidiable que no alcanza ningún otro juego de la consola. Ni si quiera los excelentes trabajos de Monolith Soft.
Con Sunbreak no se ha bajado la calidad, pero sí que se ha querido cambiar el diseño artístico acercándolo más a un ambiente medieval, no tan japonés como la estética que teníamos en Kamura, pero que nos ha gustado.
La Ciudadela, el escenario totalmente nuevo de Sunbreak, tiene esta clara inspiración. Aquí podemos encontrar un castillo en una zona montañosa, muy diferente al resto de entornos que hemos visto en Monster Hunter Rise. En este sentido nos ha gustado mucho la evolución que ha seguido el juego con el DLC, pero al final se siente falto de nuevo contenido.
Peca de reutilizar los escenarios antiguos para volver a visitarlos, pero habiendo hecho tantas misiones en ellos, no sorprenden.
Por otro lado, el diseño de los nuevos monstruos nos ha encantado. Son pocos pero, como siempre, Capcom ha cuidado mucho su creación para que resulte lo más “natural” posible y encajen dentro de los diferentes ecosistemas.
Al igual que el juego original, Sunbreak cuenta con voces en inglés y japonés, con textos traducidos al castellano.
En Monster Hunter Rise podremos subir a nuestros cazadores hasta un rango alto máximo de 999. No había rastro de ningún Rango G o Maestro, y es que este estaba pensado incluirse en su DLC Sunbreak.
La llegada a Elgado supone, además de nuevos monstruos, un aumento considerable en la dificultad del juego con mejores armas y mejores armaduras. Todos se incluyen dentro del Rango Maestro, que tendremos que subir para avanzar en la historia.
La jugabilidad sigue siendo tan maravillosa como en el juego original, y poco se podía hacer para mejorarla. Pues en Sunbreak se ha hecho. Capcom ha añadido algunas mejoras para la accesibilidad y hacer que la jugabilidad sea más cómoda. Por ejemplo, haciendo que podamos escalar por las paredes directamente corriendo hacia ellas, o pudiendo cambiar entre set de habilidades en plena misión. No aumenta mucho su número, pero dependiendo del arma que llevemos será bastante útil.
Una de las cosas que más nos han gustado es que podremos jugar el DLC al completo junto a otros jugadores a través de internet. De hecho, es algo bastante recomendable debido a su dificultad.
Nos da pena que Capcom se haya quedado tan corta con el contenido que ofrece Sunbreak. Ni el número de monstruos es muy alto ni la mayoría son originales. Tampoco se ha ampliado considerablemente el número de áreas de juego, y se agradece mucho la inclusión de la Jungla, a pesar de ser un escenario reciclado de anteriores juegos. El cambio al estilo Rise le ha sentado genial y se siente como si fuera totalmente nuevo. Nos encantaría que, en el contenido futuro del DLC, se incluyeran más escenarios.
Una vez más y con la gran cantidad de misiones que se han incluido, con Sunbreak alargaremos la duración de Monster Hunter Rise por varias decenas de horas adicionales.
Desde hace algunos años, las empresas tienden a utilizar técnicas de actualizaciones con generoso contenido para mantener a los jugadores activos por más tiempo. Monster Hunter Rise lo hizo correctamente, desinflándose de cara al final. Otros, como Animal Crossing: New Horizons, fallaron en este propósito al crear lapsos de tiempo demasiado grandes entre lanzamientos.
Lo que nunca habíamos visto es un DLC en el que el contenido también llegara progresivamente. No dudamos de que aumentará la vida útil del juego al haber actualizaciones mensuales con nuevos monstruos, pero creemos que no es la mejor forma de mantener a los jugadores activos.
De por sí, Monster Hunter Rise: Sunbreak es un “más de lo mismo” con una cantidad de contenido de calidad moderada a un precio demasiado alto. La inclusión de dos únicas áreas y menos de 20 monstruos (muchos de ellos repetidos) no favorece que recomendemos este DLC si no fuiste muy fan del juego base.
Si te gustó Rise, disfrutaste de él y quieres más, puedes lanzarte sin miedo porque te va a dar más contenido del que te gustó. Más allá de eso, no encontraremos novedades destacables que nos empujen a jugarlo.
Si te ha gustado el análisis de Monster Hunter Rise: Sunbreak no olvides pasarte por el top completo de juegos de la consola en La Lista.