Nintendo vuelve a hacer magia y transforma Animal Crossing: New Horizons en el primer must-have de Nintendo Switch en 2020.
Animal Crossing: New Horizons es la medicina que nuestras mentes necesitaban. Nintendo es experta no solo en crear videojuegos, si no también experiencias, y una de sus mejores creaciones en este sentido es la saga Animal Crossing. No saltaréis como en Super Mario ni recorreréis un vasto mundo como en The Legend Of Zelda.
A Animal Crossing se viene a relajarse y a disfrutar, a darle a los videojuegos un sentido más tranquilo, y lo mejor de todo, cualquiera puede disfrutar de esta experiencia.
Bienvenidos al paraíso, o bueno, lo más parecido a lo que podemos acercanos. Puede que muchos de vosotros no sepáis lo que es Animal Crossing, así que en resumen, se trata de un simulador de vida creado por Nintendo, que nació en Nintendo 64 en el año 2001, y ha ido ganando popularidad hasta convertirse en una de las franquicias de Nintendo más vendidas actualmente. Y no nos extraña; la saga nos dado verdaderas joyas a lo largo del tiempo.
Animal Crossing pretende crear para el jugador un entorno seguro y agradable, que puede moldear a su gusto, realizar distintas actividades, además de permitir conectarse con amigos y disfrutar de esta idílica experiencia en compañía.
Lo bueno de Animal Crossing, respecto a otros juegos similares como Los Sims, es que la jugabilidad varía mucho en función de cómo queramos tomarnos el juego, es por ello que pueden disfrutarlo muchísimo tanto aquellos que quieran dedicarle 10 minutos cada día, como para los que quieren estar horas y horas recolectando recursos y pescando como si no hubiera un mañana.
Porque aunque se trate de un juego de ritmo ligero, los jugadores más exigentes tendrán retos a su altura, y como jugadores exigentes que somos esto nos encanta.
En New Horizons hemos comprado algo llamado Plan de Asentamiento en Islas Desiertas de la empresa del mapache Tom Nook. Puede sonar genial con este nombre, pero en realidad van a llevarnos a nosotros y a otro par de desgraciados a una isla en la que no hay nada de nada, y seremos herramientas para adecuarla a la vida y convertirla en un hogar.
En anteriores juegos de Animal Crossing, el aldeano o aldeana protagonista se mudaba a un pueblo en el que ya existía un ayuntamiento, vecinos o tiendas, pero en esta ocasión apareceremos en una isla virgen, y este creemos que es el cambio más importante que ha dado New Horizons.
La sensación de soledad, de estar en un lugar remoto sin habitar y de ir convirtiéndolo poco a poco en nuestro hogar no tiene precio. Esta vez todo empieza de cero, es como la versión más pura de lo que es Animal Crossing, construyendo nuestro paraíso desde la primerísima roca del camino. Simplemente genial.
Con todo esto existía el riesgo de que el nivel de personalización de la isla estuviera más limitado que en otras entregas, pero ha habido algo que Nintendo ha hecho que nos ha llamado mucho la atención: ha escuchado todas las quejas de los fans de anteriores juegos, los que echaron un montón de tiempo en el pasado a Animal Crossing, y le han puesto una solución a cada una de ellas.
Cada día es una nueva aventura en la isla, y nos ha encantado cómo el mundo de New Horizons evoluciona junto al real.
La saga Animal Crossing ha pasado por un montón de consolas, pero el cambio gráfico más importante lo sufrió en su paso a Nintendo DS con Wild World. Nintendo creó un mundo inspirado en un rodillo, con una cámara frontal y en la que todo iba aparenciendo a medida que el personaje se movía.
Antes de esto, en Nintendo 64 se utilizaba una vista isométrica por cuadrantes muy particular, y en New Horizons se ha querido fusionar estas dos cámaras que ha creado la saga. En cualquier momento podremos cambiar entre una visión más frontal o una desde arriba, especialmente útil dada la verticalidad que se ha dado al juego.
Este cambio de cámara ha generado un problema que no habíamos notado hasta la llegada a la isla: Animal Crossing ahora pide un giro completo de la cámara, poder moverla alrededor del personaje con libertad, algo que en el juego, solo se puede hacer dentro de las casas. Esta carencia hace que, en ocasiones, nos quedemos sin visibilidad por edificios o árboles. No es un gran fallo en absoluto, pero creemos que la saga Animal Crossing tiene que evolucionar en este sentido en próximas entregas. En esta ocasión haremos la vista gorda.
Nintendo ha preferido esta vez darle prioridad a la resolución, en lugar de al rendimiento. Tendremos en todo momento 30 imágenes por segundo estables. Nunca lo hemos visto bajar de esta cifra, y nos ha encantado que el juego sea tan estable. Que no llegue a 60 imágenes por segundo ha permitido aumentar la resolución maxima hasta los 1080p, viéndose todo muy nítido.
En esta ocasión, y dado el ritmo tan pausado del juego, nos parece la elección correcta, especialmente porque también les ha permitido explayarse con efectos de iluminación y oclusión ambiental. De esto se benefician los muebles, árboles y edificios que podemos encontrar en la isla, pareciendo pequeñas maquetas de juguete muy realistas, en un mundo que no lo es tanto.
Aunque no lo parezca, Animal Crossing ha cambiado un montón a nivel artístico, empezando por los colores elegidos. Se han pasado completamente a tonos pasteles, recordándonos fuertemente a The Legend Of Zelda: The Wind Waker HD.
La suavidad de los colores, junto a la iluminación, nos dejan uno de los juegos más bonitos de Nintendo Switch. Ha ganado en personalidad, es inconfundiblemente la evolución natural que esperábamos de Animal Crossing.
Eso sí, no todos los objetos del entorno emitirán el mismo tipo de luz. La iluminación dinámica estará presente tanto en sombras como en objetos, pero las sombras solo se generarán por la luz global emitida tanto por el sol como por la luna. Por otro lado, los objetos sí que reciben otros tipos de iluminación, por ejemplo de la luz de interiores, suficiente como para dar la coherencia que necesita la imagen.
La característica gráfica que nos ha parecido más acertada, ha sido la de incluir un desenfoque en los objetos lejanos. Este blur hace que centremos la vista en el primer plano, veamos perfectamente el fondo y además se oculten pequeños detalles para ahorrar recursos.
Más de 300 modelos de personajes se han creado para este juego, muchos de ellos siendo versiones en alta definición de los vecinos que ya conocimos en anteriores títulos de la saga. Se ha respetado el diseño más alto y antropomórfico de New Leaf, tanto de los protagonistas como de los animales, y nos parece una opción adecuada, especialmente con todas las opciones de personalización de insulanos y sus vestimentas.
Nos hemos tenido que dejar los ojos para ver algún fallo técnico en el juego. Hemos detectado pop-in en sombreados de frutas en los árboles más alejados, casi imperceptibles. Como imaginaréis, esto no estropea la experiencia de juego, de hecho demuestra la cuidadosos que han sido en Nintendo para que Animal Crossing funcione de forma fluida y sobrada en Nintendo Switch.
La música de Animal Crossing siempre ha sido un referente por la complejidad que supone dar sonido a la vida diaria. Así de primeras, podemos deciros que es más alegre y notoria que en anteriores juegos de la saga. Durante los primeros días la música no variará excesivamente con las horas, pero a medida que avance el juego, las melodías cambiarán a cada hora. No era fácil estar a la altura de New Leaf o Wild World, pero por suerte se ha conseguido. Consideramos que esta banda sonora es menos minimalista que la de Animal Crossing previos, y no supone ninguna revolución en la saga ni sobresale en este aspecto, como hacen los mejores juegos de Nintendo Switch.
El tema principal de New Horizons sirve para dar forma al resto de melodías del juego, tal y como ha ocurrido siempre en la saga, y en este sentido nos alegramos de que la calidad no haya bajado.
Para tener nuestro paraíso habrá que sufrir, o no, dependiendo de cómo se mire. En Animal Crossing: New Horizons tendremos que trabajar muy duro para conseguir transformar una isla desierta, en nuestro lugar favorito de los videojuegos.
¡Manos a la obra! Nuestra primera misión será hacer de la isla un lugar más habitable, plantando flores, árboles, quitando hierbajos o colocando algunos enseres y mobiliario público. Pero claro, para todas estas cosas necesitaremos dinero y herramientas, y aquí entra la nueva clave jugable de este Animal Crossing: podremos construir cosas recogiendo materiales del entorno, como piedras o madera, y transformarlos en hachas, cañas o palas entre otros. Estos objetos nos permitirán conseguir dinero y más materiales, con los que construir aún más herramientas y muebles. Este sistema de fabricación no es nuevo, y es una de las razones por las que son tan populares juegos como Minecraft o Dragon Quest Builders.
Se añade así una mecánica en Animal Crossing sin la que no entendemos la saga a partir de ahora. Antes solo se rompían las hachas, ahora las cañas, las regaderas o las redes tendrán una duración limitada, y construir nuevas herramientas será el día a día en la isla.
Tendremos dos tipos de moneda en New Horizons; la primera de ellas ya la conocéis, o deberíais. Las bayas vuelven a ser la principal moneda de cambio en el juego, consiguiéndolas de múltiples maneras, como vendiendo peces o bichos que capturemos, agitando árboles o rompiendo globos que cruzan el pueblo por el aire. Con esto podremos comprar muebles y ropa en la tienda, construir puentes o rampas, pero lo más importante, pagar la hipoteca de nuestro flamante y gigantesco chalet en la playa. Se han dado facilidades para conseguir bayas, no solo incluyendo mecánicas como ampliar un montón el tamaño del inventario del insulano, si no también vender objetos automáticamente cuando la tienda esté cerrada.
La otra moneda de pago de los habitantes de la isla se llama Millas Nook, un programa de fidelización creado por Tom Nook para los habitantes de la isla desierta. Cumpliendo misiones iremos consiguiendo millas, y estas podremos cambiarlas por un montón de recompensas. Efectivamente se trata de un programa de fidelización, pero al propio juego, ya que cumplir estas misiones puede ser altamente adictivo.
En Animal Crossing: New Horizons siempre hay algo que hacer, hasta el punto de que hemos sentido la misma sensación que cuando jugamos a The Legend Of Zelda: Breath Of The Wild, porque el tiempo se pasa volando y te enrollas con las distintas tareas que nos propone el juego. Por ejemplo, puedes estar moviendo árboles de sitio, pero ves una mariposa que vale muchas bayas y decides atraparla, y parece que solo queda un bicho para cumplir una misión de Millas Nook. Este hilo de actividades te llevan de uno a otro sin que te des cuenta, y es lo que más nos ha gustado de este Animal Crossing, y lo que más valoramos como videojuego.
El menú estará gestionado por un teléfono móvil llamado Nookófono, con las misiones de Millas Nook, una completa enciclopedia de bichos y peces que estamos seguros que querréis completar, o siendo también mapa y hasta pasaporte de insulano o insulana. La interfaz de este menú está completamente en sintonía con el propio juego, siendo similar a la interfaz de un teléfono inteligente actual, además de muy rápido de usar.
Y vamos con la función estrella de este Animal Crossing: Obras Públicas es la opción que siempre hemos querido en la saga, que nos permite dar forma al terreno de varias maneras. La primera de ellas es elevándolo, hacer un montículo de tierra para crear o extender zonas elevadas, con hasta tres niveles disponibles. En cualquiera de ellos podremos cavar para crear una obra fluvial, un río o estanque. Esto nos permite mover los ríos y cascadas del pueblo excepto las desembocaduras, porque si no os lo estáis preguntando, no, no será posible extender la isla ni aumentar o dar forma a las playas.
Por último ya podemos olvidarnos de pintar con patrones todo el suelo del pueblo. Nintendo ha escuchado a los fans, y ha incluido una opción de pintado de terreno para crear caminos de distintos patrones propuestos, aunque es posible crear los nuestros propios y darle el toque personal que queramos. Creemos que no vendría mal que esta opción estuviera presente desde el comienzo del juego, pero entendemos que se perdería gran parte de la experiencia en isla desierta que quiere provocar.
Todo este método de remodelación es bastante tedioso, pero en parte nos gusta que sea así. Cuesta trabajo dar forma a nuestra isla perfecta, como si realmente fuese una labor de construcción. Incómodo pero realista y satisfactorio.
Animal Crossing es un juego para perderse, que perdura con el paso de los años y que se puede jugar en cualquier momento: un paraíso a tiempo real que está ahí siempre que lo necesitemos. Es por ello que recomendamos su adquisición en formato digital. Es posible cambiar el reloj del juego para avanzar los eventos, pero no nos parece la forma correcta de disfrutar de Animal Crossing. A un ritmo normal, desbloquear el contenido principal puede llevarnos alrededor de quince días. Las sutiles esperas hasta el día siguiente alargan la duración de la “aventura principal”, por llamarlo de alguna forma. Empuja así al jugador a realizar otras actividades, ver cómo evoluciona día a día la isla, y lo mejor de todo, consiguiendo mantener el interés en el juego de manera natural durante mucho tiempo.
Gran parte del carisma de Animal Crossing viene de la decisión de Nintendo de sincronizar la hora del juego con el tiempo real. Esto quiere decir que tanto el día como la noche estarán representados, modificando la forma en la que se juega. Por ejemplo, durante la noche las tiendas no abren, y aparecen otro tipo de bichos y peces.
Y no solo la hora, si no también el día y mes del año. Las estaciones se sucederán, realizándose distintos eventos como Navidad, Pascua o Halloween, intentando que Animal Crossing: New Horizons sea lo más realista posible en lo relativo al tiempo. Esto quiere decir que tardaremos al menos un año en descubrir todo lo que puede llegar a ofrecer. Siempre ha sido una idea que nos encanta, que el propio juego te frene y dosifique por sí solo su contenido.
En New Horizons, los eventos especiales llegarán como contenido descargable gratuito, una solución moderna para dar más variedad al juego.
Nos hemos llevado un chasco importante al ver que Nintendo no ha incluido el uso de la pantalla táctil para los menús del juego, muy visuales y que invitan a pulsar y arrastrar, pero parece que se ha dejado exclusivamente para dibujar en el tablón de anuncios.
El sistema de guardado del juego nos ha parecido también un poco desastre: el primer jugador que juegue New Horizons en la consola será el portavoz vecinal de la isla. Esta estará vinculada a él para siempre, y si se borra su perfil de la consola, se llevará su isla y todos los datos de guardado del resto de perfiles con él. Desde luego es una chapuza de proporciones épicas típica de Nintendo. No es solo que no exista la función de guardado tradicional en Nintendo Switch Online, si no que el sistema de guardado en sí se ha complicado como no hemos visto en ningún juego de Nintendo en toda su historia. Esperamos que la compañía solucione esto próximamente de una forma u otra.
Se ha tenido muy en cuenta el componente multijugador de Nintendo Switch. Hasta 4 jugadores pueden jugar de forma simultánea en la consola, siempre y cuando estos tengan creado un perfil en el pueblo. Si no es así, la solución pasa por tener más consolas y más juegos. El modo tradicional multijugador de Animal Crossing se conserva y potencia, aumentando la interconexión con hasta 8 jugadores en una misma isla.
Esta saga siempre ha estado muy enfocada al modo para un jugador, a pesar de que pudiéramos visitar otros pueblos y verlos, pero una vez vistos, las actividades a realizar se quedaban un poco a medias. Tanto en modo local como online, incluso con varios jugadores en la misma consola, parece todo enfocado a ayudarse mutuamente a realizar tareas por la propia isla, como recolocar árboles o quitar hierbajos. Por supuesto cada uno puede ir a su bola, pero para eso mejor quedarnos en nuestra propia isla.
Queríamos hacer una mención especial a los viajes de Animal Crossing: New Horizons en Dodo Airlines, mediante los cuales podemos visitar islas desiertas aleatorias, para básicamente, explotarlas y llevarnos sus recursos. Suena bastante mal, pero el componente azaroso de la elección de la isla nos ha gustado mucho. Algunas serán bastante sencillas, pero otras serán temáticas, como islas con bambú, con piedras de dinero o una isla llena de tarántulas.
Nintendo nos ha querido llevar al paraíso con Animal Crossing: New Horizons, y cada segundo de espera hasta nuestra llegada a la isla ha valido la pena. La evolución de la saga es sin duda la correcta, con inclusiones necesarias que nos hace preguntarnos cómo hemos vivido sin ellas en Animal Crossing hasta ahora.
Es probablemente el juego más adictivo de Nintendo Switch, de esos que hacen que nada más despertar quieras ponerte a los mandos y te quedes hasta las tantas jugando. Y gracias a su forma de ser, lo haréis durante mucho tiempo.
No importa qué tipo de jugadores seáis: da igual si os gustan los RPG más densos o si disfrutáis con shooters violentos, Animal Crossing: New Horizons es para todo tipo de jugadores, porque todos necesitamos desconectar de vez en cuando. La adición de la construcción, las misiones de Millas Nook y el impecable salto técnico son las principales razones por las que New Horizons se convierte en el mejor juego de la saga.
Animal Crossing: New Horizons está disponible en exclusiva en Nintendo Switch a un precio recomendado de 59’99€.
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