En este análisis de Sonic Origins para Nintendo Switch te contamos si el erizo vuelve con fuerza o se ha desinflado con los años.
Cualquier ocasión es buena para celebrar el cumpleaños del erizo más famoso de los videojuegos, y por supuesto para lanzar un recopilatorio con sus aventuras más clásicas. Sonic ha vuelto a visitar las aventuras que lo convirtieron en la leyenda que es a día de hoy, aderezándolas con varias mejoras jugables y muchísimo contenido para los fans más curiosos. En este análisis de Sonic Origins para Nintendo Switch os vamos a contar cuál ha sido el resultado de este nostálgico, pero justito recopilatorio.
Aunque ahora sean dos personajes que colaboran y compiten de forma sana, lo cierto es que Sonic nació como la mascota con la que SEGA quería destronar a Nintendo y Mario. El puercoespín azul debutó en el primer Sonic de Mega-Drive, que salió a la venta en 1991. Aquel fue el pistoletazo de salida a la guerra entre Nintendo y SEGA, en la que hubo grandes momentos como el Sonic 2sday, la campaña con la que la casa del erizo hizo su primer lanzamiento simultáneo en todo el mundo con Sonic 2, en 1992.
Pero, ¿por qué esta pequeña lección de historia? Porque Sonic Origins es un recopilatorio que tiene cierto tinte histórico. Este pack incluye los cinco (o cuatro y medio) primeros juegos principales de Sonic de la era Mega-Drive / Genesis:
Un cuarteto que, a nivel gráfico y de jugabilidad, ha vuelto prácticamente igual que los originales. Es como viajar al pasado, tanto para lo bueno, como para lo malo, para revivir las aventuras que encumbraron a uno de los personajes más famosos de los videojuegos, al erizo que desafiaba al fontanero.
Como hemos dicho ya en este análisis de Sonic Origins, el título cuenta con cuatro juegos clásicos del erizo, rescatados casi tal y como llegaron al mercado originalmente. Y recalcamos ese “casi”, porque tienen diversos cambios que se pueden observar en caso de jugar en el Modo Aniversario o en el Modo Historia.
Porque, si bien puedes jugarlos tal y como llegaron al mundo en los 90 en el Modo Clásico (con la imagen del juego en formato 4:3 y controles originales), lo más interesante es disfrutar de ellos en el Modo Historia. A través de este, puedes jugar desde Sonic 1 hasta Sonic 3 & Knuckles seguidos, como si fueran un único juego, y con pequeñas secuencias en vídeo de introducción y final en cada uno.
La única pega de esta modalidad es que solo puedes jugarla con Sonic, aunque el Modo Aniversario se abre a jugar también con Tails y con Knuckles. En el caso de Knuckles cabe destacar que por fin es jugable en Sonic 1, cosa imposible originalmente, aunque no se puede controlar en Sonic CD por razones que desconocemos. Ya que se había dado el paso de introducirlo en el primero, también podía haberse introducido en su secuela. Porque sí, Sonic CD es la verdadera secuela de Sonic 1. Por otra parte, amantes de las conspiranoias, ¡aquí Sonic 2 incluye ese famoso nivel eliminado del original!
¿Y qué diferencia hay entre el Modo Clásico y el Modo Aventura? En este último, además de jugar con la pantalla en 16:9 (hay pequeños trucos para que el gameplay no se vea afectado), tienes la posibilidad de usar el Spindash en Sonic 1, cosa imposible en el original, y también utilizar un nuevo movimiento con el que el personaje sale disparado al tocar el suelo (pulsando el botón de salto una segunda vez en el aire y manteniendo pulsado).
Asimismo, se eliminan las clásicas vidas, usándose en su lugar unas monedas especiales que se emplean para desbloquear cientos de ilustraciones, canciones y vídeos en el Museo. Estas monedas se pueden encontrar durante la partida y, además, sirven para reintentar las fases especiales para conseguir Esmeraldas. Una facilidad añadida bastante interesante que hace los juegos mucho más accesibles, sobre todo con bonus tan desesperantes como los de Sonic 2 y Sonic CD.
A todo esto hay que sumar el Boss Rush (Desafío Total) y un Modo Espejo que, prácticamente, reconvierte cada una de estas aventuras. Parecía imposible, pero recorrer los niveles completamente al revés cambia por completo la percepción del juego, aunque sean los mismos escenarios, mismos niveles y mismos jefes. Es bastante sorprendente. Y no es lo único, también se añaden unas Misiones para conseguir más monedas que son rápidas y, tristemente, bastante facilonas.
Hemos podido completar todas las misiones de cada juego en un par de tardes, y sin tener que reintentarlas demasiado, salvo contadas excepciones. Un poco más de cantidad y desafío no habría estado nada mal, sobre todo para alargar la vida de un título que en una decena de horas puedes tener más que completado al 100%.
Quienes jugaran a los títulos originales, seguramente notarán un enorme cambio en la música de Sonic 3. De cara a Sonic Origins, el equipo ha cambiado canciones de niveles como Ice Cap, Launch Base o Carnival Night, así como la de Super Sonic e Hiper Sonic en Sonic 3 & Knuckles. ¿Es un cambio a mejor? Tristemente, no.
Aunque son las canciones de las versiones prototipo de Sonic 3, se han remasterizado y el resultado dista de ser el mejor. Además, se pierde la fortísima personalidad que tenía la banda sonora original del juego, probablemente la mejor de todos los Sonic clásicos, con permiso de Sonic CD. Es una lástima que no haya opción para volver a disfrutar de los temas originales, porque algunos eran verdaderamente memorables.
¿Se animará SEGA a facilitar alguna opción para traerlos de vuelta? Viendo que hay varios DLC con algunas opciones de juego y más desbloqueables, sería todo un caramelito para los fans. Tampoco nos desagradaría un DLC para poder jugar con Amy, ya que su presencia se hace más notoria en las nuevas secuencias cinemáticas, pero solo aparece in-game en Sonic CD y nunca llega a ser jugable. ¡Queremos probar ese martillo!
No podemos negar que SEGA ha querido recordar por qué los Sonic originales fueron tan rompedores en su época, pero tampoco podemos negar que echamos en falta una modernización un poco más notable. El formato 16:9 es un buen paso, junto con esos nuevos sprites y animaciones que notarán los más familiares con la etapa clásica del erizo. No obstante, deja un sabor de boca no tan dulce como nos gustaría.
La nostalgia no termina de maquillar algunos errores gráficos que hemos visto durante nuestra partida (sobre todo en el primer nivel y jefe de Sonic & Knuckles), el bloqueo sin sentido de Knuckles en Sonic CD o la ausencia de más contenido que alargue su vida. Sí, hay un Modo Espejo, un Modo Clásico, un Modo Aniversario y un Modo Historia; pero estos dos últimos son casi lo mismo.
Con esto, no podemos terminar nuestro análisis de Sonic Origins para Nintendo Switch sin decir que es un buen recopilatorio, fiel hasta la médula salvo sus flagrantes cambios musicales y con un claro sentido del homenaje. ¿Le podríamos pedir más? Sí. ¿Nos ha gustado? Sí. ¿Lo recomendaríamos? Por supuesto, sobre todo a los nostálgicos. ¡Si hasta funcionan los trucos antiguos!