Análisis de Nier: Automata para Nintendo Switch, el nuevo milagro de Virtuos que trae la genial historia de 2B al formato portátil.
La fantasía de poder tener cualquier juego en formato portátil es una realidad. Más allá de lo que aporte el juego en la nube al mercado, Nintendo Switch ha demostrado que tiene potencia suficiente para traernos de todo. Una vez más, lo muestra gracias a Square Enix y Platinum Games con su genial Nier: Automata, un juego de acción bastante clásico del que vamos a contaros en este análisis nuestra experiencia portátil en Nintendo Switch.
Nier: Automata nos lleva a un planeta Tierra post apocalíptico que ha sido invadido por los extraterrestres. En lugar acabar ellos mismos con la humanidad, hacen uso de máquinas para destruirla y desplazar a los pocos supervivientes hasta la Luna.
Los humanos, acorralados, deciden contraatacar con un sistema de defensa llamado YoRHa: una serie de robots humanoides programados para defender la raza humana y detener la invasión. Aquí es donde entran nuestros protagonistas, 2B y 9S, dos “jóvenes” robots que realizan investigaciones de campo y luchan contra las máquinas para intentar recuperar el terreno de la humanidad.
Pronto descubren que hay algo más sobre las máquinas que no conocen, con varios giros argumentales que harán volar vuestra cabeza y una historia de ciencia ficción muy entretenida.
Más allá del argumento del juego en sí, nos ha gustado mucho cómo se explora la mente cibernética de los protagonistas. Hay mucha profundidad y reflexión existencialista en este videojuego. Si buscáis algo más que un título donde dar espadazos y pegar tiros a diestro y siniestro, aquí lo encontraréis.
Nos suelen agradar los mundos post apocalípticos en los videojuegos, pero todo el universo que crea Nier: Automata nos ha resultado especialmente atractivo.
Llevar un juego como Nier: Automata a Nintendo ha sido todo un reto para Platinum Games y Virtuos, la experimentada desarrolladora de Switch. A priori, no requiere mucha más potencia de lo que hemos visto en otros títulos como Bayonetta 2. El problema viene a la hora de representar sus enormes zonas.
No están llenas de contenido, pero tienen suficiente para que nos vayamos encontrando enemigos u objetos que recoger y mantenernos entretenidos. A nivel visual, tener este juego en Nintendo Switch nos transmite una sensación similar a la de otros “pequeños” mundos abiertos como Monster Hunter Rise. Pero, en este caso, se nota que Nier tiene su fuerte en la acción y los combates.
Esto no quiere decir que no tenga exploración, porque gran parte de la gracia está en recorrer las zonas a nuestro antojo y derrotar a los enemigos que aparezcan. Esto se hace en áreas de un tamaño considerablemente grande con ambientaciones bastante dispares. Todas orientadas a los mundos en ruinas y zonas industriales.
Nier: Automata tiene un juego de cámaras muy interesante que nos hace ver la aventura de distintas formas. Dependiendo de dónde nos encontremos, la cámara se moverá de forma que la jugabilidad pase a ser casi bidimensional, o bien con vista cenital o lateral. Esto le da un toque clásico que no nos sorprende que venga de mano de Platinum Games. Precisamente, este juego de cámaras nos ha traído algún que otro problema durante los combates. Nos ha dejado sin visión en más de una ocasión.
La versión para Nintendo Switch de Nier: Automata podría considerarse un milagro. Se ha optimizado lo suficiente para que su tasa de imágenes por segundo sea casi totalmente estable a 30 imágenes por segundo. Su resolución es variable y hace que, en ocasiones, la visión que tengamos sea algo borrosa. Pero, al tratarse de un juego de acción, valoramos positivamente que se haya dado prioridad al rendimiento frente a la resolución. Se puede disfrutar sin ningún problema en televisor o en portátil. Únicamente hemos visto pequeños fallos de renderizado en entornos, pop-in y carga de texturas que se solucionan rápidamente.
Se hacen algo pesados los tiempos de carga, en ocasiones extendiéndose incluso por encima de los 30 o 40 segundos. Nos ha ocurrido en situaciones un poco incomprensibles, como al volver a aparecer en una batalla que habíamos perdido. Efectivamente, debe cargar el mundo al completo, pero creemos que los tiempos de carga de esta versión podrían estar un poco más optimizados.
Valoramos positivamente que se haya dado prioridad al rendimiento frente a la resolución en Nier: Automata, pudiendo disfrutar del juego sin problemas.
El juego tiene voces en japonés e inglés, y los textos están enteramente traducidos al castellano. Con algún que otro fallo ortográfico, eso sí.
La banda sonora de Nier: Automata corre a cuenta de Keiichi Okabe y Keigo Hoashi, que se vuelven más intimistas y profundos tras algunos trabajos con la serie de juegos Tekken. En general, la música de Nier capta de forma genial el mundo destruido en el que se desarrolla el juego, transmitiendo una pequeña sensación de tristeza, incluso en las melodías más alegres.
Platinum Games se explayó con la creación de Nier: Automata. El estudio decidió aplicar muchas de las prácticas que les gustan para crear algo sorprendente, como mezclar acción al estilo Bayonetta con jugabilidad en 2D. Incluso retrocede al género arcade de disparos con algunas fases cortas. Nier mezcla todo esto, con una predominancia de la acción y aventura en tres dimensiones, pero que en cualquier momento cambia y se transforma en algo distinto.
Esto se ha convertido en un sello de identidad de Nier. Una herramienta que no se utiliza para profundizar en otros géneros, sino para sorprender al jugador y romper con la posible monotonía del juego. Es cierto que lo consigue, pero también nos deja la sensación de que se podría haber profundizado más en algunos apartados sin dejar de lado la acción 3D.
Podremos movernos libremente por el mundo del juego, buscando misiones principales o secundarias con el objetivo de avanzar en la historia y ayudar a los habitantes de la Tierra. Esto se hace al ritmo de cada jugador, pudiendo ir a recoger víveres por distintas zonas o derrotar enemigos para subir de nivel a nuestro protagonista.
Hay muchas maneras de mejorar las estadísticas y volver a 2B más poderosa, cambiando sus chips o sus armas y accediendo a una serie de movimientos diferentes. Con tantas opciones de personalización, parece que Platinum Games quería que jugaras a tu manera y como quisieras, dando también la opción de elegir entre 4 niveles de dificultad más o menos accesibles.
Platinum Games quiere que juegues Nier a tu manera y como quieras, dando múltiples opciones de accesibilidad.
Nos ha faltado algún que otro tutorial que nos explique cómo funcionan los controles del juego. Se han habilitado por defecto los controles por movimiento, más útiles si jugamos con los mandos separados que en modo portátil. Pero no nos parece que sea un añadido importante ni bien ejecutado.
Nier: Automata en Nintendo Switch incluye todos los contenidos descargables disponibles para el juego, algo que puede extender su duración total por encima de las 25 horas. Es un título un tanto especial por su carácter rejugable y su variabilidad, y completarlo puede llevar más de 50 horas.
Nier: Automata es un juego muy especial por su historia, su desarrollo y su jugabilidad. No se olvida del pasado de los videojuegos y le hace pequeños guiños en forma de secciones jugables que rompen con la monotonía de la acción en tres dimensiones. Su sistema de combate es fluido y satisfactorio, aunque la cámara nos ha jugado más de una mala pasada en situaciones tensas.
Nintendo Switch se ha hecho con una de las mejores versiones de Nier: Automata hasta la fecha. Tiene todos los DLC y un funcionamiento excepcional para tratarse de un sistema portátil.
Si os ha gustado el análisis de Nier: Automata para Nintendo Switch, no os perdáis el top completo de la consola en La Lista.