Análisis de Bravely Default 2 para Nintendo Switch. Un JRPG tradicional que busca la innovación en la estrategia y el impacto visual.
La desvinculación de los Héroes de la Luz de Final Fantasy puede que haya sido uno de los mejores pasos que ha dado Square-Enix en sus últimos tiempos. Demostrando que un buen concepto de juego puede llegar lejos, la compañía junto a Nintendo hizo realidad el proyecto Bravely Default, una serie de RPGs basados en la subsaga de Final Fantasy: Heroes of Light, y que gracias a esto mismo, ha conseguido crearse un nombre propio y una reputación a la altura de Final Fantasy. Esta falsa segunda parte para Nintendo Switch propone lo mismo que las anteriores, aunque en una nueva plataforma y expandiendo al máximo sus límites. Vamos a descubrir cómo es, qué os ofrece y si os merece la pena haceros con él en nuestro análisis de Bravely Default 2.
La historia de los RPG japoneses ha ido evolucionando hacia una occidentalización que no todos los jugadores tradicionales desean. Ya hemos visto como Final Fantasy ha puesto ojitos a la acción, o cómo Dragon Quest intenta mantenerse firme a sus raíces con pequeñas innovaciones.
Bravely Default es el salvador de la esencia más pura de los primeros RPG de la historia de los videojuegos. No nos vamos tan atrás como al primer Final Fantasy, pero si bastantes años atrás trayendo de vuelta un concepto y jugabilidad similar a la tercera entrega.
El mundo está en peligro después de que los Cristales Elementales cayeran en manos egoístas, que utilizan su poder para su propio beneficio, causando estragos a otros y haciendo que reine el caos. Los protagonistas de esta historia son la princesa Gloria de Musa, Elvis el erudito, la mercenaria Ädelle, y un naufrago con mucha suerte llamado Seth, aunque podremos cambiar su nombre al ser nuestra representación en el juego.
Su misión será recuperar los Cristales Elementales y devolver la estabilidad al mundo, una misión que los convertirá de forma bastante esperada en los nuevos Héroes de la Luz.
Esta historia guarda relación con los antiguos juegos de Bravely Default. No se trata de una secuela directa pero sí que encontraremos referencias a ella y puede ser una razón para los que, si os gustó la historia de Agnes, también descubráis la de Gloria.
En cuanto a la trama en sí, nos ha dejado un poco fríos, más que por su poca complejidad general por lo esperable de sus acontecimientos. Algunas veces nos ha sorprendido, no os vamos a engañar, pero creemos que se podría haber trabajo en ello un poco más, especialmente durante las primeras 20 horas. Quizá podría haber sido asumible para un juego de hace muchos años, pero en relación a la historia y el argumento, no hacía falta ser tan conservador.
La mejor forma, además de la más llamativa, de desmarcarse de Final Fantasy ,era con un apartado artístico original y novedoso que le diera a la saga su propia personalidad. Bravely Default tiene el orgullo de haberse creado una marca propia, entre otras cosas, gracias a su impactante apartado visual.
Se aleja del realismo de los últimos juegos de Final Fantasy para convertirse en una pintura en movimiento. En las ciudades y zonas especiales tendremos un enorme escenario dibujado a mano y creado por capas, mezclado con elementos en tres dimensiones y los personajes superpuestos en el mismo. Esto crea la ilusión de que estamos viendo un cuadro que se mueve, que podemos mirar desde distintos sitios y en el que podemos meternos de lleno. Esta es la característica visual más especial y exclusiva de la saga, y el paso de la misma a Nintendo Switch no ha hecho más que embellecer lo que ya de por sí nos parecía precioso. La ambientación medieval y fantástica le viene como anillo al dedo para que esta técnica resulte aún más impactante, así que el paso a la alta definición ha quedado de diez.
El juego no está exento de problemas técnicos, y aunque no suele caer el número de imágenes por segundo de forma habitual, si que tenemos framepacing que hace que percibamos tirones en la imagen, especialmente en modo portátil. La carga de texturas no siempre funciona tan rápido como nos gustaría, sobre todo al cambiar de zona.
Square-Enix ha aprovechado para pulir más otros apartados, dejando atrás el buen funcionamiento técnico y es algo que hemos notado, aunque el funcionamiento general es aceptable.
Bravely Default es objeto de muchas críticas debido a la particular apariencia de sus personajes, anteriormente similares a los de Final Fantasy 3 para Nintendo DS, y ahora convertidos en lo que a nuestro juicio, parecen muñecos de guiñol. Aunque en los artes promocionales están antropomórficamente bien proporcionados, en el juego son muy cabezones y al aparecer sin la parte inferior en las conversaciones, nos da la sensación de que estamos viendo una obra teatral de guiñoles. No es lo que más nos gusta del mundo, sobre todo porque este tipo de muñecos siempre nos han dado muy mal rollo, pero hemos de admitir que para quien le gusten están bien recreados.
Como veis, se le ha dado una pequeña vuelta artística al juego para darle aún más personalidad. Que os guste o no no lo decidiremos nosotros.
Discreto a nivel musical, las canciones son bastante repetitivas y aunque existen muchas variantes de la misma, no nos han llegado a tocar del todo. Con lo que sí se ha hecho un buen trabajo es con el doblaje de los personajes, dando acentos especiales a cada uno de ellos. El juego no tendrá voces en castellano, pero sí que está localizado de forma genial intentando que los diálogos en texto se parezcan de lo más posible a lo que se pretendía conseguir con las voces, por ejemplo, Elvis hablando en argentino, o Ädelle poniendo diéresis a todas sus palabras con A.
El cambio de nombre a Bravely Default no fue una casualidad. Se basó en el concepto de hacer un juego por turnos RPG japonés mucho más estratégico, gracias al uso de dos habilidades llamadas Brave y Default. Una sirve para atacar y otra para proteger, y con esto se adelantarán o retrasarán turnos, haciendo algunos combates más rápidos.
Los JRPG siempre se han caracterizado por su lentitud y Bravely Default 2 ha venido a romper con esta premisa, dándonos algunas herramientas para acelerar animaciones en los combates, correr más por el mundo del juego, o arriesgarte a terminar los combates a la velocidad de la luz ejecutando hasta 4 ataques seguidos usando Brave.
Pero ante todo, Bravely Default 2 es un juego super tradicional: tendremos que combatir muchísimo, subir de nivel a nuestros personajes, hacer frente a batallas en las que hemos estado más de una hora luchando, y como comprenderéis, esto no va dirigido a todos los públicos por las situaciones que nos hace digerir.
No solo se quedará en el uso de Brave y Default para hacer más original un clásico. Los trabajos que conseguiremos durante toda la aventura proporcionarán habilidades especiales que podremos combinar entre sí. Buscar los mejores trabajos combinados y subir su nivel para desbloquear habilidades nos ha parecido la actividad más entretenida, dejando a un lado el subir de nivel sin más y yendo por caminos más estratégicos para volver a nuestros personajes más fuertes.
Tenemos que hablaros del endiablado nivel de dificultad de este juego, porque nos ha parecido difícil incluso en “Modo Fácil”, el más sencillo entre los tres disponibles. Machacarse a subir de nivel será obligatorio, y no algunos minutos, si no horas. Como podréis imaginar esto repercute en la duración del juego, superando sobradamente las 60 horas hasta que veamos los créditos, pero el final real está mucho más lejos. Al final, creemos que es un juego que os puede entretener fácilmente más de 100 horas. Menos mal que podemos disfrutarlo en portátil.
La saga Bravely Default es la mezcla perfecta entre tradición y originalidad del JRPG, una vuelta de tuerca al trillado género para hacerlo más estratégico y atractivo. En Bravely Default 2 tendréis un juego clásico que os dará entretenimiento decenas y decenas de horas, muy adictivo si sois fans de los RPG más puros, y difícil de digerir si sois jugadores ocasionales.
El paso a Nintendo Switch ha servido para hacer toda su ambientación aún más bonita, y los pequeños problemas visuales que tiene no empañan el apartado visual general.
Esperábamos algo más de la historia, siendo bastante predecible en sus primeros compases y no tan brillante como las anteriores entregas. Es un punto importante al ser un JRPG, y esperamos que Square-Enix tome nota y no lo descuide para próximos juegos.
Si os ha gustado el análisis de Bravely Default 2 para Nintendo Switch no olvidéis pasaros por LA LISTA completa en la web.