Analizamos el problema del falso formato físico en Nintendo Switch, una lacra que resta valor a este tipo de lanzamientos.
Desde los comienzos de Nintendo Switch, varios lanzamientos en físico han estado marcados por la polémica. Títulos como L.A. Noire o las entregas de la saga BioShock son una muestra perfecta de una práctica que, para algunas empresas, es la opción más cómoda para llevar sus juegos a Nintendo Switch: un lanzamiento físico con descarga adicional.
Sin embargo, en los últimos años se ha popularizado una maniobra aún más insultante para el consumidor. OlliOlli World, el ejemplo más reciente, forma parte de una tendencia que fomenta el falso formato físico en Nintendo Switch. Y esto, a la larga, puede provocar que este mercado de la híbrida termine pareciéndose al de PC.
Aunque pueda parecer una decisión perfecta para ciertos lanzamientos, la realidad es que es una muestra de la dejadez que rodea a ciertas propuestas. Square Enix, por ejemplo, estuvo en el ojo del huracán después de lanzar Final Fantasy IX con un código dentro de la caja, situación que solo se vivió en Occidente, ya que en Japón contó con su cartucho. Y, como este, otros tantos ejemplos que provocan enfado entre los consumidores.
Por ello, la apuesta de Private Division con OlliOlli World es solo otra muesca más que se suma a un problema que no para de crecer. En un principio, la descarga adicional se tomó como un complemento perfecto para solucionar los temas de espacio. Por desgracia, hoy muchos títulos abogan directamente por planear un lanzamiento mediante código que, a veces, ni siquiera es necesario. ¿Un ejemplo? The Outer Wilds, que ocupa 9,9 GB y en su caja para Switch no incluye más que un código de descarga.
Child of Light, popular juego de Ubisoft que desembarcó en Switch en 2018, ocupa en la consola 2,2 GB. Y, pese a su tamaño, la desarrolladora francesa optó por realizar un lanzamiento en falso físico con código en la caja. Misma situación que, a su vez, también repitió con Hasbro Game Night, Rayman Legends y Valiant Hearts entre otros, aunque algunos de ellos ya contaron con una edición física real en Switch. Sin duda, parece que lo que impera es la ley del mínimo esfuerzo.
Este debate tiene una solución tan evidente que, antes de leerla, seguro que ya imaginas cuál es: maximizar esfuerzos para incluir el juego en un cartucho. Los ejemplos mencionados antes, títulos con algo más de 2 GB de peso, representan el poco respeto a los consumidores del formato físico. De hecho, el argumento que pudieran tener las compañías se cae con un ejemplo: The Witcher 3.
El título de CD Projekt RED y todo su contenido expandido se puede conseguir en formato físico con un cartucho que aúna todo lo mencionado. A diferencia de Square Enix, Ubisoft, 2K Games y otras empresas que apuestan por no correr riesgos, la compañía polaca puso el ingenio a andar y consiguió incluir su titánica experiencia en un cartucho. Y dicha situación, por desgracia, es cada vez menos común en el formato físico de Nintendo Switch.
Las empresas que optan por el código en la caja defienden que no es rentable apostar por el cartucho. Este, que tendría unos costes de producción elevados, se puede suprimir en detrimento de un papel con un código que puedes canjear para obtener el juego. Sin embargo, dicha práctica acerca el mercado físico de Nintendo Switch al de PC, un sistema marcado por cajas vacías con códigos que van totalmente en contra de la preservación de los videojuegos. Por desgracia, todo apunta a que esta situación está mas cerca de ser la norma que de continuar siendo la excepción.
Y vosotros, ¿qué opináis al respecto? ¡Os leemos!