Hoy os contamos las mentiras más repetidas para defender la errónea idea de que los videojuegos, pese a sus muchas virtudes, son malos.
La frase “los videojuegos son malos” define a la perfección aquella otra que asegura que “una mentira repetida mil veces se convierte en una verdad”. Numerosos estudios señalan desde hace años las ventajas de una afición que no para de crecer. Las mejoras en las capacidades sociales, cognitivas o en ámbitos escolares son solo algunos de los muchos beneficios de este entretenimiento.
Sin embargo, muchas personas se empeñan en tirar por tierra estas ideas sin llegar a profundizar en el tema. Por ello, hoy repasamos y desmontamos, con estudios e informes, todas aquellas acusaciones que afirman que los videojuegos son malos.
Un comentario dañino muy repetido es el que afirma que los videojuegos afectan a la salud de los jugadores. Especialmente, como hemos visto en varios medios no especializados, a la de los niños. Sin embargo, una búsqueda rápida te dará toda la información que necesitas saber.
Los Angeles Times, por ejemplo, charló hace algunos años con la especialista Constance Steinkuehler, profesora de informática en la Universidad y, a su vez, presidenta de Higher Education Video Game Alliance. Para que nos entendamos, una asociación dedicada a ver las virtudes académicas de los videojuegos.
En palabras de la propia Steinkuehler, «los niños están tan estresados como los adultos». Aunque no podemos equiparar la presión que se sufre en ambas franjas de edad, sí tenemos que entender que, dentro de sus parámetros, los niños pueden alcanzar altos niveles de estrés.
No hay evidencia científica que pruebe que los videojuegos conducen a comportamientos violentos o generen adicción.
Constance Steinkuehler, presidenta de Higher Education Video Game Alliance.
Por ello, Steinkuehler considera crucial que disfruten de su tiempo de ocio ya que «los videojuegos son una buena vía de desahogo».
Además, como ella misma destaca, «no hay evidencia científica que pruebe que conducen a comportamientos violentos o generen adicción», dos de los aspectos que más preocupan a los padres y a los jugadores.
Respecto a estos dos últimos flancos, la adicción y la violencia, es importante que nos centremos en un sector más amplio del público para entender la magnitud de la situación. Aunque solemos pensar que los niños son los más afectados, la realidad es que muchos adultos pueden experimentar esos síntomas que derivan de la opinión de “los videojuegos son malos”.
Por ejemplo, es común ver casos en prensa no especializada que señalan a jugadores que pasan días frente a la pantalla. Muchos estudios, buscando explicación a este fenómeno, han encontrado que algunos usuarios utilizan los videojuegos como vía de escape. Igual que sucede con otros aspectos vitales, es necesario cierta moderación a la hora de jugar. Y eso, por descontado, no depende del videojuego.
La agresividad y la violencia también protagonizan muchas acusaciones contra el medio. La propia Steinkuehler, en su charla con Los Angeles Times, aborda el tema. Como ya mencionamos, la profesora señaló que no existen evidencias científicas que prueben esto.
Así, como con todas aquellas voces que afirman que los videojuegos son malos, sus ideas y argumentos se basan en creencias erróneas. Además, se aprovecha para crear una paradoja en la que la industria acusada debe demostrar que es inocente, situación que debería darse al revés. Al fin y al cabo, el tiempo y los estudios han demostrado las numerosas virtudes del videojuego, llevándolo incluso a las aulas a través de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación).
Al final del párrafo anterior os hablábamos de las TIC. Este método de enseñanza, cada vez más presente en ámbitos lectivos, busca aprovechar las virtudes de las nuevas tecnologías de cara a aprender de forma diferente. Y, entre estas, destaca la fuerte presencia de los videojuegos desde hace varios años.
En algunos centros de Madrid, por ejemplo, ya utilizan Minecraft para enseñar matemáticas. Sin embargo, la obra de Mojang tiene aún más posibilidades, ya que puede ser útil para campos como la arquitectura, el diseño o la biología.
Las TIC aprovechan las virtudes de las nuevas tecnologías para aprender de forma diferente.
Por el momento, la capacidad de las infraestructuras de determinados colegios es lo que priva a los videojuegos de estar más presentes en las aulas. Mas, como se ha visto en los últimos años, su presencia en diferentes centros lectivos es cada vez mayor.
Otra mentira muy repetida respecto a los videojuegos es que estos te aíslan. Según han dicho muchos detractores del medio durante años, jugar provoca que no seas consciente de la realidad. Para ello, utilizan casos aislados de personas que, por algún motivo u otro, son incapaces de dejar sus partidas.
Pero, como con todo, la culpa no es de los videojuegos directamente sino de quién no sabe gestionar su consumo de los mismos. A fin de cuentas, se sabe que dos no se pelean si uno no quiere.
Los numerosos entornos sociales de la industria facilitan que puedas conectarte con gente de todo el mundo. A día de hoy, lo más común es interactuar a diario con personas que no conoces. Los videojuegos, lejos de ser malos, son la mejor forma de estrechar lazos con estos contactos digitales.
Por último, hay una mentira que se ha repetido sin descanso durante décadas: “los videojuegos te dejan ciego”. Además de no haber muestras empíricas de ello, afirmar esto es tan absurdo que hasta resulta gracioso refutarlo. Si los juegos fueran capaces de dejarte ciegos, ¿qué conseguirían las pantallas de ordenadores, televisores y móviles que consultamos más veces al día?
Los videojuegos no afectan a la visión de los jugadores más que cualquier otra pantalla que esté a nuestro alcance, por lo que no tienen ninguna particularidad especial en ellos que dañe la vista.
En ocasiones, y esta afirmación concreta es una buena prueba de ello, una mentira no se convierte en verdad por mucho que se repita. Porque, por muchos que algunos no lo acepten, los videojuegos tienen tantas virtudes que cuesta enumerarlas en una lista.
Y sí, existen casos que pueden demostrar lo contrario, pero lo excepcional nunca es la norma. Además, que ciertos usuarios no sepan moderar su uso nunca será culpa del propio videojuego.
Quizás Nintendo Switch sea el mejor ejemplo de esta afirmación. En un estudio reciente publicado por la gran N, esta demostró que la híbrida destaca en todas las franjas de edad.
Por ello, Switch es una elección perfecta para demostrar que los videojuegos, lejos de ser malos, son algo maravilloso para cualquier miembro de la casa. Te invitamos a descubrir los lanzamientos más esperados para la consola en este 2022, además de las opciones perfectas para los más peques de la casa.
