Un cartucho maldito de Super Mario 64 esconde un secreto con un modelo siniestro del fontanero en lo alto del castillo.
Este texto sobre el Mario siniestro de Super Mario 64 es un relato de ficción que no está basado en hechos reales.
Super Mario 64 es uno de los juegos más influyentes del medio. Su valor en la industria es tan grande que, incluso, estuvo en la terna de nominados a Mejor Juego de la Historia por Gamesradar. Y, pese a que no haya ganado, eso no evita que protagonice historias, como la que recogemos hoy, que se descubren varias décadas después de haber llegado al mercado.
En las profundidades de internet se esconde una historia protagonizada por un cartucho maldito de Super Mario 64. Según relata un usuario que nunca ha querido revelar su identidad, a sus manos llegó el juego protagonizado por el fontanero cuando apenas tenía 9 años. Y, para su sorpresa, este no era como había visto en lo anuncios.
Tal y como cuenta este jugador, en una oscura noche de un viernes cualquiera sus padres salieron de la casa. Ansioso por seguir disfrutando de su querido juego, este se dispuso a conseguir las estrellas restantes para llegar a lo alto del castillo. Por desgracia, cuando consiguió utilizar el cañón y alcanzar su meta, un apagón congeló la consola y, como descubrió más tarde, borró su partida de inmediato.
Frustrado, el protagonista de esta historia intentó llegar a lo alto del castillo sin utilizar el método tradicional. Tras varios intentos logró su cometido, pero lo que iba a descubrir allí le paralizó por completo. Al llegar a lo alto del castillo de Super Mario 64 no fue a Yoshi a quien encontró, un modelo siniestro del protagonista, con los ojos inyectados en sangre, le lanzó hacia abajo de un golpe. Tras eso, antes de la pantalla de Game Over, la cámara se centró en la figura del Mario que, desde la zona más alta del juego, observaba cómo había acabado con nuestro personaje.
Tras el comprensible susto, el jugador apagó la consola e intentó deshacerse del cartucho. Varios años después, al llegar a su casa encontró un misterioso paquete sobre la cama. Tras abrirlo, descubrió que en su interior se encontraba un viejo juego de Nintendo 64 con la pegatina rota. Apenas se apreciaba el título en cuestión, razón por la que conectó su consola e, intrigado, quiso descubrir qué juego había recibido.
Cuando comprobó que tenía ante él el Super Mario 64, un escalofrío por volver a encontrarse con el Mario siniestro recorrió su cuerpo. Y, aunque pensó en apagar la consola y deshacerse del juego, una parte de él no era capaz de hacerlo. Por dicho motivo, se dirigió al menú principal, creó una nueva partida y comprobó que algo raro había en aquel título.
La alegría de la melodía y los colores del primer escenario se habían apagado por completo. Cuando el jugador avanzó un poco y miró hacia el castillo entendió porqué aquel juego lucía así. Desde lo alto de la estructura, el Mario siniestro le observaba en la distancia. Atento a sus movimientos, este giraba su cabeza acorde a los recorridos del fontanero. Y, tras un rato, un cuadro de diálogo que el jugador nunca olvidará ocupó toda la pantalla: Mario is watching you…