Una empresa británica ofrece la posibilidad de destruir nuestras consolas y aparatos electrónicos como terapia con la que liberar estrés.
Que los videojuegos tienen múltiples propiedades terapéuticas es algo que ha quedado más que contrastado dentro de la comunidad científica. Ayudando a combatir enfermedades de sintomatologías tan variadas como la dislexia, el autismo, el Alzheimer o la depresión. Sin embargo, ¿qué ocurriría si realizáramos un camino relativamente inverso mezclando videoconsolas y aniquilación? Es decir, destruir consolas como terapia antiestrés.
La empresa británica Electrical Direct ha decidido incorporar a su catálogo una peculiar oferta. Ofrece la posibilidad de que, a modo de terapia, todas las personas interesadas puedan destruir sus consolas y aparatos electrónicos viejos. Sus responsables afirman que lo que realmente ofrecen es la posibilidad de desahogarse y deshacerse del estrés acumulado destruyendo objetos en un entorno seguro durante, al menos, 30 minutos. Por otro lado, desde la dirección de Electrical Direct destacan que ellos se encargan de proveernos de todas las herramientas necesarias. Pasando desde un palo de golf, hasta un martillo o una hacha. Además, tras la hecatombe ellos se responsabilizan tanto de la limpieza como del posterior reciclaje del material destruido. Reduciendo a 0 la contaminación y fomentando, de camino, la cultura del reciclaje. Todo ello por una tarifa “todo incluido” de 50 libras. Lo que vienen siendo alrededor de 60 euros.
La terapia de destrucción, o destructoterapia, como la llaman sus creadores, no es un concepto nuevo. Es más, la pandemia y los meses de confinamiento han hecho que la proliferación de este tipo de ofertas sea cada vez mayor. Lo que no impide que convivan con el otro extremo, copias de videojuegos subastadas por millones de euros. No obstante… ¿destruir nuestras consolas más viejas valiosas para abrir una vía de escape al estrés acumulado? En la redacción de NintenDúo no todos terminamos de verlo claro. Por lo pronto, y a falta de conocer vuestra opinión, un servidor va preparando su tostadora. Al fin y al cabo, también se trata de un aparato electrónico.