Los NPC de Zelda: Breath of the Wild provienen de los Miis. Usa una curiosa técnica para personajes, y alguien ha descubierto cómo funciona.
¿Recordáis a los Mii? Estos personajillos son los avatares que usamos en consolas Nintendo, como Switch. Sin embargo, parece que Nintendo ha sabido darles otro tipo de usos. Una usuaria ha descubierto que Zelda: Breath of the Wild usa algunos Miis como personajes NPC. Y ha aprendido a modificarlos.
En Twitter, la usuaria @HEYimHeroic ha comprobado y explicado que Breath of the Wild usa “una versión avanzada del formato Mii“. En Reddit ha profundizado más al respecto, donde los ha bautizado como UMii, tal y como aparecen referenciados en los ficheros del juego.
Toda una experta en lo que a Miis se refiere, explica que “tienen casi los mismos parámetros que los Miis de Wii U y 3DS, con algunas pequeñas diferencias aquí y allá”. Entre las cosas que se han modificado están los lunares, que no son compatibles con este formato de Zelda.
Con esto, ha demostrado incluso cómo se adaptan los Mii de Barret de Final Fantasy, que hace poco llegaba a Super Smash Bros. Ultimate con la actualización post-Sefirot; y otras opciones como Matt de Wii Sports o incluso su propio Mii.
La misma descubridora de este hallazgo añade que puede introducir NPC en el juego, como se ve en las imágenes del tuit que hay más arriba. Asimismo, también explica que es posible extraer NPC y convertirlos a Mii, aunque “perderás mucha información” de su modelado.
¿Usarán alguna técnica similar para la secuela de Zelda: Breath of the Wild que está en desarrollo? Es posible que los de Kioto decidan aprovechar esta tecnología igualmente, como también que esta misma usuaria lo compruebe una vez salga el juego. Cosa que debería suceder este mismo 2021, coincidiendo con el 35 Aniversario de Zelda.
Antes de adentrarnos todavía más en este año que acaba de empezar, os aconsejamos echar un vistazo a nuestro repaso con los 20 mejores juegos de Nintendo Switch en 2020 o a los 25 mayores secretos de Hyrule Warriors: La Era del Cataclismo.